
Rasgos de nuestra Historia
– El 3 de dic. de 1939 se aprueba en Vitoria como Pía Unión el nuevo Instituto con el nombre de Misioneras Evangélicas Diocesanas.
– En 1940, el Instituto sale a la luz pública en la inauguración de la casa de Ejercicios de San Sebastián “Villa Santa Teresa”. Comienza la nueva vida para las cuatro primeras misioneras.
– Paralelamente a las misioneras “internas” había también algún grupo de misioneras “externas”.
– Las misioneras en los primeros años del Instituto, además de colaborar en las Casas Diocesanas de Ejercicios también tenían otras actividades importantes que marcaban su día a día: trabajo, oración, formación y estudio, labor social (en parroquias, suburbios, en zonas rurales, con cursillos de hogar para chicas, acompañamiento a jóvenes, educación postescolar…), deporte, excursiones, contacto con la naturaleza, talleres de canto, arte, ornamentación y costura…
Entierro de D. Rufino. Revista SURGE. 1962
– El IMS se multiplicó y extendió la red de Casas de Ejercicio fuera de las diócesis vascas: Madrid, Salamanca, Asturias, Cataluña, Galicia, Huelva, Mallorca, Canarias, Castellón, Alicante, Albacete, etc.
– En 1949, se da el gran salto misionero hasta la Misión de Los Ríos en Ecuador. (En 1959 se abre la casa de ejercicios de Quito, que sigue en la actualidad). Después acude a otros países de América: Canadá, USA., Chile, Colombia, Brasil, Perú.
– En 1955, el IMS aborda la ayuda a los emigrantes españoles en Centro-Europa: Francia, Italia, Alemania, Bélgica y Suiza. Y Portugal.
– En 1959: se pide la colaboración del IMS en algunos países de África: Zaire (Congo), Senegal; más tarde Ruanda.
Misioneras en Ecuador. revista los Ríos 1953
Viaje al Congo
– Aprobación de los Institutos Seculares.
– El 2 de febrero de 1955 el Instituto recibió la aprobación de Roma (“Nihil Obstat”) como Instituto Secular de derecho diocesano con el nombre de Instituto de Misioneras Seculares.
– El “Sean Así” recoge las charlas que D. Rufino dio a las misioneras de 1940 a 1945. Refleja lo esencial que quiso para el IMS y para las misioneras.
– El CV.II fue un acontecimiento determinante para el grupo, y hacia 1966 llevó al IMS a una profunda transformación: insistir en elementos fundamentales de nuestra vocación laical: secularidad y consagración. Adecuar la estructura al espíritu renovador del Concilio, dejar las obras propias y establecer un funcionamiento participativo a través de Asambleas Generales.
Se planteó la necesidad de adecuar la estructura del IMS al espíritu renovado por el impulso del CV.II
– Se abre de nuevo la posibilidad de que haya personas asociadas al IMS y se aprueba el Documento de funcionamiento de PPAA
– A lo largo de la historia del IMS, el tema de PPAA ha sido un tema recurrente; tratado en diferentes documentos y Asambleas que se remontan a 1968 (Miembros latos); abriendo esta estructura e invalidándola en diferentes ocasiones.